Aquí están algunas de esas respuestas, dirigidas a quienes me preguntaron y a quienes no lo hicieron del por qué soy y siempre he deseado ser maestro. Son respuestas sobre todo para mí mismo y para ese maestro que hace ya algún tiempo habita en mi interior:
Soy maestro porque se me ha concedido el privilegio de construir mundos posibles y soñar con universos imposibles. Porque comparto el cambio para mejorar y a veces también hago que el cambio ocurra.
Soy maestro porque cada día aprendo el doble de lo que enseño. Porque es la única forma que existe de ganarlo todo sin perder nada. Soy maestro porque me siento como el alfarero tomando en mis manos mentes inocentes que al pasar por mis clases se convertirán, contando siempre con la ayuda de Dios, en preciosos elementos de la alfarería social.
Soy maestro porque tengo la oportunidad de compartir con seres humanos de verdad, con personas de carne y hueso; con gente que se equivoca, que tropieza y cae y se vuelve a levantar sin rendirse ni maldecir.
Soy maestro porque mis alumnos y alumnas, es decir, mi gente, me conceden el privilegio de contarme sus confidencias, de expresarme sus desalientos y manifestarme sus ilusiones. Soy maestro porque siéndolo ejercito un oficio desafiante, que es, al mismo tiempo muy fácil y también bastante difícil.
Es ingrata y a veces injusta mi profesión. Pero tiene algo especial, por encima de las injusticias y de las ingratitudes, me gusta ser maestro.
reflexiones muy sabias, maestro de corazon.
ResponderBorrarMis Respetos Maestro Carlos el maestro es Aquel qué apesar de todo Siempre muestra su Lealtad Respeto Seguridad Ética y Profesionalismo son pocos uno de ellos es usd.
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